Cadena Nacional Andis Karina y el 3%

Megacrisis económica, coimas a discapacitados y Libra: ¿hasta cuándo le va a servir a los Milei la estrategia de hacerse los boludos?

El Presidente habló en cadena nacional para presentar el Presupuesto 2026 y repitió que su “modelo” es el camino para bajar el riesgo país. En paralelo, el propio Gobierno celebró el orden fiscal como llave de prosperidad. El problema es el dato: el riesgo país volvió a la zona de 1.200 puntos y lleva semanas en ascenso, mientras el BCRA defiende el techo de la banda cambiaria con ventas de divisas. El discurso promete calma; los mercados muestran lo contrario.

Tras la derrota del oficialismo en la provincia de Buenos Aires, se habló de “autocrítica” y “nuevo tono”; al día siguiente, el mensaje oficial fue que no habrá cambios de rumbo. La Casa Rosada reflotó una mesa política con los mismos nombres y el Presidente ratificó por cadena que el equilibrio fiscal “está escrito en piedra”. La señal es continuidad, no revisión.

En paralelo, el caso $Libra se consolidó como un escándalo de alto voltaje: la promoción presidencial de una criptomoneda derivó en causas y pesquisas que no se apagan. Aun con desmentidas y giros discursivos, el tema vuelve cada vez que el oficialismo intenta instalar agenda positiva. El ruido no es menor: atraviesa la credibilidad del relato anti-“curros” con el que llegó al poder.

La otra bomba es ANDIS: las denuncias por coimas en la agencia de discapacidad y el ya célebre “3%” tocaron fibras éticas y políticas, con audios y nombres propios que salpican al corazón del dispositivo presidencial. En campaña, el Gobierno eligió minimizar, pero el tema crece en justicia y en conversación pública.

La respuesta oficial viene calcada: cambiar de tema, negar, atribuir a la casta, volver al orden fiscal. Es coherente con su identidad y útil para fidelizar núcleo duro; pero cuando la realidad económica aprieta y los escándalos suman capas, la estrategia de mirar para otro lado empieza a tener rendimientos decrecientes. La narrativa les rinde más que hacerse cargo. La macro no acompaña.

Los números lo explican mejor que cualquier meme: sube el riesgo país, caen los bonos, el dólar prueba la banda y el Gobierno interviene. El cuadro se agravó después del traspié bonaerense, que además complicó la expectativa de mayorías en el Congreso. El mensaje financiero es simple: sin certidumbre política, el precio del tiempo argentino se encarece.

Toto caputo no se hace cargo de la crisis económica

La cadena nacional buscó blindar el presupuesto con épica de “orden o caos” y prometer que “lo peor ya pasó” (slogan que cada vez se dice empeora las cosas). La incógnita es cuánto dura ese crédito si no aparece una hoja de ruta que reconcilie ajuste con crecimiento y despeje las causas que erosionan la autoridad moral del relato. El modelo puede ordenar planillas; lo que hoy falta es ordenar confianza.

La pregunta que queda es menos retórica que electoral: ¿hasta cuándo le sirve a los Milei hacerse los distraídos? Mientras la economía, el Congreso y los tribunales se muevan en dirección contraria a la negación de los Milei, la respuesta dejará de escribirse en X y pasará a escribirse en las urnas, en los precios y, quizás, en la Justicia.

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