EEUU pide uranio y telecomunicaciones en argentina para desplazar a china

Wall Street Journal contradice a Caputo: Swap por condiciones sobre uranio y telecomunicaciones

Luis Caputo juró que Washington “no pide nada a cambio”. El Wall Street Journal lo desmiente con prosa de negocios: la Casa Blanca quiere ampliar su acceso al uranio argentino y que empresas de EE.UU. se vuelvan proveedores principales en telecomunicaciones e internet, desplazando a las chinas. No es filosofía, es logística: swap + apoyo cambiario de un lado; alineamiento en minerales críticos y redes del otro. A ese intercambio, en Washington, lo llaman “estrategia”. Acá, si lo decís muy rápido, suena a “garantía de estabilidad”, que estará por verse.

El WSJ detalla que Scott Bessent habló en las últimas semanas con Luis Caputo para “curbing China’s ability to access” (restringir la capacidad de China para acceder) a recursos estratégicos y favorecer a proveedores estadounidenses en la capa digital del país. En paralelo, el propio Tesoro ya hizo lo inédito: comprar pesos argentinos para calmar el dólar en plena campaña. Sugar Daddy Bessent ya pasó con la tarjeta y ahora pide elegir la compañía de internet y el menú de minerales.

La prensa local levantó el ángulo que Caputo preferiría borrar del pizarrón. El interés incluye telecomunicaciones y acceso a internet, con el deseo explícito de que empresas de EE.UU. sean el proveedor principal (hola, 5G y backbone), más lo del “acceso ampliado” al uranio. Lo de “no piden nada” del ¿ex Ministro? entró en la vitrina de las frases que envejecen en 24 horas.

¿Y por qué tanto apuro con el uranio? Porque la ventana estratégica no es sólo litio. Argentina tiene yacimientos, Nucleoeléctrica en el debate de privatización, y un tablero donde China venía con ventaja en financiamiento e infraestructura. El Buenos Aires Times ya había deslizado que una pata del paquete financiero podría atarse a commodities como cobre o uranio. No es que te sacan el yacimiento de la mano: te condicionan la llave.

La otra pata es más visible que una antena: telecomunicaciones. El WSJ habla de “hacer a compañías de EE.UU. proveedor principal” e Infobae recordó que Huawei opera 5G en el país y que hubo crédito del Bank of China para una telco local. Traducido al mileísmo: menos Pekín en las torres, más DC en los contratos. Si eso es “nada”, que no se nos ocurra preguntar qué sería “algo”

Mientras tanto, Caputo repite que “no hay condicionamientos”. Las mismas notas que celebran el swap te cuentan el resto del menú: geopolítica aplicada a la canasta de proveedores y a los minerales críticos. Estados Unidos está interesado en el uranio; el WSJ le pone el sello y los verbos. Si la palabra “trueque” les parece muy fuerte porque recuerda al 2001, podemos llamarlo “alineamiento con incentivos”. El resultado es el mismo.

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Leandro Retta