La política bonaerense siempre guarda un truco de último minuto y esta vez se llama Lan Hao Yuan. Su nombre empezó a circular por un detalle reglamentario muy poco glamoroso pero decisivo: si Gustavo Coria deja su banca de la Sexta Sección para acompañar a Diego Santilli en Interior, el reemplazo no es “el que sigue” sino “el que mantiene la paridad” (si se va un varón, entra el siguiente varón de la lista). Ese casillero, en la boleta de La Libertad Avanza por la Sexta, lo ocupa Lan. Y así, un dirigente con perfil bajísimo podría aterrizar en La Plata por una combinación de matemática electoral y leyes de género.
La historia no empieza en Bahía Blanca ni en Tres Arroyos ni en Coronel Rosales. Lan es un empresario radicado en San Martín, primera sección electoral, con vínculos en el universo pyme de plásticos y packaging. Su nombre apareció en el armado libertario provincial como parte de esos “ingresos por arriba” que se negocian en mesas políticas más que en peñas seccionales y que han levantado más de una sospecha. Esto explica por qué en la Sexta muchos preguntan de dónde salió y por qué debería representarlos alguien sin anclaje visible en el sudoeste bonaerense. La respuesta es simple y cínica a la vez: porque estaba en la boleta en el lugar justo y el reglamento dice que es él.
La discusión de fondo no es personal sino política. La Sexta fue un bastión electoral de LLA, donde convivieron figuras locales de peso con casilleros reservados para el tablero provincial. En ese Tetris, Lan quedó en el número exacto para entrar si un varón dejaba la banca. No hay épica: hay ingeniería de listas, algo que todos los espacios practican cuando pueden. Lo novedoso es que el nombre no sea un dirigente de la región sino un cuadro del conurbano norte.
Quienes conocen el paño lo ubican orbitando cerca del armado de Sebastián Pareja y, por elevación, con aval de Karina Milei. No es un dato menor. La eventual salida de Coria (un hombre asociado al desembarco santillista en la Sexta y que tampoco es de la sección) y la entrada de Lan reconfiguran el equilibrio intralibertario en la Cámara. En criollo: una banca menos para el ecosistema Santilli (¿PRO?) y una más para el dispositivo de Karina. En tiempos de roces por la gobernabilidad, cada porotito cuenta.
El desembarco también trae una pregunta obvia: ¿qué agenda llevaría un diputado sin trayectoria seccional a una región con demandas muy específicas?
En el plano empresarial, Lan aparece vinculado a una firma de envases plásticos y ha tenido interlocución con áreas económicas del Ejecutivo Nacional por temas de importaciones y clima de negocios. No es un “tapado” que llega sin hablar con nadie ni un influencer que aparece de la nada: su nombre figura en reuniones formales, donde se discuten asuntos que van desde regulaciones a promociones de inversión. Para un legislador, entender cómo esos engranajes pegan en la industria regional será prueba de fuego inmediata.
La narrativa pública libertaria suele vender representación “de abajo hacia arriba” y meritocracia en modo cruzada. La lucha contra la casta y las viejas prácticas de la política. Este caso muestra la otra cara del método: construcción por cupos, líneas internas, casilleros de lista y una ley de paridad que termina ordenando el reemplazo. Es una contradicción dramática en sí misma y un desafío de legitimidad territorial que cualquier debutante en la Sexta deberá saldar.
También hay ruido de forma. La paridad bonaerense buscó evitar que las listas intercambien mujeres por hombres en los corrimientos y viceversa. Cumplir esa letra a veces choca con el sentido común del votante, que supone que “entra el siguiente”. No. Entra quien preserve el binomio de género. Y esa regla, que hace años ordenó la Cámara, hoy colocaría a Lan en la puerta de acceso.
Si su asunción finalmente se gatilla, el tiempo político irá rápido. Habrá que ver a qué comisiones ingresa, con quiénes arma bloque y a qué tribus responde en la práctica. En la Legislatura, los sellos importan menos que las llaves de despacho y las manos que se levantan a la hora de votar. Un diputado puede ser silencioso y eficaz o ruidoso y prescindible. El estreno de Lan dirá qué camino elige, si tiene la suerte de que, como todo parece indicar, Coria es convocado para trabajar con Santilli.

