Marcha BAhía por Universidades

El intendente Susbielles profundiza el choque contra Milei en busca de un mejor resultado en octubre

El tablero cambió y en Bahía Blanca se nota. Después del 7S, Federico Susbielles abandonó la cautela que había ensayado tras las inundaciones y aceleró una línea de confrontación directa con el Gobierno nacional. El viraje quedó a la vista con su convocatoria y presencia en la masiva marcha contra los vetos a la Emergencia Pediátrica (Garrahan) y al financiamiento universitario, donde el mensaje fue uno solo: el ajuste nacional pega en salud y educación, y Bahía no puede seguir pagando la cuenta.

En Violencia es Mentir lo anticipamos: el susbiellismo iba a pasar del tanteo al choque para ordenar el voto local y salir del repliegue que dejó la fuerte derrota de septiembre. Aquella lectura se confirma ahora con una agenda que busca poner a Milei en el banquillo por prioridades de gasto, falta de asistencia en emergencia y parálisis de obras. El propio intendente le dio volumen en redes y en actos, fijando posición con nombre y apellido.

La foto de este giro fue la movilización contra los vetos, con Susbielles llamando a defender universidades y hospitales. No hubo eufemismos: se trató de convertir en capital político el rechazo social a dos símbolos del ajuste. El objetivo es que la conversación pública de acá a octubre sea sobre auxilio en catástrofes, obras y servicios esenciales, rubros donde el municipio pretende mostrar gestión y la Nación aparece como ausente.

La ofensiva no llega sola. Días antes, la CGT Regional Bahía Blanca publicó un duro comunicado —“Que se arreglen solos, total nos votan igual”— en el que acusó al Gobierno nacional de recortar a la mitad los fondos prometidos para paliar la tragedia del 7 de marzo y de “abandonar” a la ciudad. Esa pieza sindical le puso palabras locales a una bronca que venía creciendo y que el intendente ahora canaliza con un discurso más nítido.

WhatsApp Image 2025 09 15 at 21.36.42

En el entorno de Federico Susbielles admiten que el acuerdo táctico de no agresión que rigió los primeros meses —fotos de cortesía, gestos de diálogo— no rindió ni en recursos ni en votos. Por eso la campaña gira a blanco sobre negro: prioridades vs. motosierra, con números y casos concretos de cómo impactan los vetos y la quita de programas en el sistema sanitario y universitario que Bahía utiliza y necesita.

El movimiento también ordena la interna: concejales y aliados de Fuerza Patria salieron a ponerle número al desbalance entre lo que Nación gasta en intereses y lo que niega a la ciudad, una comparación diseñada para la discusión de campaña. La lógica es simple: si la pelea se da en el terreno de salud y educación, el oficialismo local juega de local y fuerza a La Libertad Avanza a defender recortes impopulares.

La apuesta, sin embargo, tiene riesgos. El libertarismo ya contesta marcando oportunismo y recordando las fotos de la tregua. Además, hacer de los vetos el eje de la campaña obliga a sostener la presión en el Congreso y en la calle, y a mostrar resultados visibles en agenda y territorio. Sin esa segunda parte, la confrontación puede licuarse en ruido.

Con CGT en ofensiva, universidades y Garrahan como banderas y un intendente decidido a subir el volumen, el susbiellismo encontró su libreto para octubre. Falta medir si alcanza para revertir el 7S; lo que ya cambió es el tono: donde antes había prudencia, ahora hay choque frontal. Y, como contamos en nuestra nota previa, no es solo un asunto de relato: es la apuesta de Bahía por volver a ser escuchada.

Importante marcha en Bahía Blanca contra el recorte de Milei y los vetos

Comentarios

Aún no hay comentarios. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *