Se baja Espert sube un honesto o corrupto santilli

Ahora se viene “el Colo” Santilli: ¿es trigo limpio?

Tras la baja de Espert, todos miran a Diego “el Colo” Santilli. Y con el foco llegan las noticias del pasado. Fines de 2024. Denuncias que lo vinculan a 14 sociedades comerciales ligadas a su familia, con 2 radicadas en paraísos fiscales. El framing es claro: offshores para pagar menos impuestos y una incongruencia con su prédica de “Ficha Limpia”.

¿Cuál fue la respuesta de Santilli? Negó todo. En X escribió: “PÁGINA 12 MIENTE… Sanfor es mi empresa y más que ‘off’ es ‘onshore’ (empresa argentina). ¿14? ¡No existen!”. Traducido: admite Sanfor como firma local y rechaza la lista de supuestas offshores. Hasta ahora, no presentó un cuadro detallado de todas sus participaciones ni una desmentida documentada de cada sociedad mencionada, pero dejó asentada la línea de defensa.

¿Qué hay, entonces, más allá del ida y vuelta mediático? Los artículos críticos sostienen que la trama societaria incluye compañías locales y vehículos afuera (vía familiares directos), con aperturas y domicilios que tendrían trazas de planificación fiscal agresiva. Por ahora son denuncias periodísticas y señalamientos políticos pero sabemos que la Justicia carece de incentivos para acelerar sobre el patrimonio de Santilli. Hasta ahora.

¿Hay algo estilo Pandora Papers que lo involucre directamente con documentos filtrados? Las notas militantes en redes lo afirman, pero no aparece una entrada verificable en los repositorios públicos que lo identifique con nombre y firma en esa filtración. Todavía es una hipótesis fuerte sin prueba judicial consolidada que pueden aparecer cuando las luces de la campaña apunten sobre el Colo.

Balance VEM: si Santilli sube a la boleta, su talón de Aquiles será este. Hay relatos periodísticos con detalle y una negación tajante del propio candidato. Falta la parte dura: comprobantes societarios, registros mercantiles y—si algún fiscal avanza—un expediente que deje de ser tema de portales para transformarse en causa judicial.

Si el Colo quiere llegar como “trigo limpio”, diferente de José Luis Espert, va a necesitar abrir sus libros mejor que un tuit. Y si no lo hace, el costo lo pagará en el rubro que más duele: credibilidad.