Amaneció con cara de póker y terminó con gesto de “¿quién, yo?”. En el medio, más esquirlas del narcoescándalo Machado, un oficialismo que lo banca con cara de circunstancia y opositores afilando la guillotina parlamentaria. LPO contó que en la Rosada se encendieron todas las alarmas por el “voto cocker” —ese antikirchnerismo moderado que ladra pero también muerde— y que Patricia Bullrich y Guillermo Francos amagaron con romper si Espert seguía muteado. A último momento habló… y fue peor.
Porque mientras el candidato decía una cosa en cámara, aparecieron papeles y testimonios que lo desmienten. Lo que presentó como un encuentro aislado con Fred Machado se vuelve una relación estable con vuelos, favores y, más tarde, plata. Y no lo dice un hilo anónimo: hay registros en expedientes y hemerotecas.
El golpe más demoledor lo trajo El Destape: 36 vuelos de Espert en aviones vinculados a Machado sólo en 2019, cinco de ellos con el propio señalado por narcotráfico a bordo, e incluso agradecimientos públicos de Espert en un acto en Viedma. Si el guion de campaña era “lo vi una vez”, el parte de ruta dice “nos vimos tanto que sumamos millas”.
Y si faltaba una estrofa, otra nota de Ary Lijalhad y Franco Mizrahi reveló que la minera que le pagó a Espert sería de Machado y parte del mismo entramado bajo la lupa. Cuando el hilo conductor es siempre el mismo pagador, el guion de “yo no sabía” se vuelve comedia involuntaria de mal gusto.
La cosa no terminó en periodismo. Letra P aportó un detalle jugoso: en 2020, Espert declaró vacía la cuenta de Estados Unidos donde —según planillas del caso— habría recibido los USD 200.000. ¿Vacía vacía o vacía de explicaciones? El problema ya no es semántico sino judicial, fiscal y político.
En paralelo, el Gobierno hizo la del sí pero no. Del silencio inicial a la defensa indignada, de esconderlo en tercera fila en un acto a sostenerlo como candidato en Buenos Aires. Un teorema: si tenés que sostener a alguien todos los días, probablemente no se sostiene solo. ¿Espert es para Milei lo que él es para Donald Trump?
Y como la política ama los símbolos, la oposición convocó sesión para reformar los DNU y, de yapa, remover a Espert de la Comisión de Presupuesto. Ya no es un trending topic: es un temario con hora y lugar. Si el oficialismo quería sacar la novela del prime time, la Cámara baja le reservó pantalla gigante con una sesión extralarge.
Entre tanto, el ecosistema libertario jugó a tirar del mantel sin volcar la mesa: hubo desmentidas, contradesmentidas y hasta sugerencias amistosas de que “vuelva a los medios y conteste claro”. Traducido del libertario al criollo: explicá mejor lo inexplicable. Lo malo no es mentir, lo malo es que no te crean. Mientras, medios y redes coleccionaron clips donde el propio Espert admite la transferencia y luego la relativiza, un arte performático que ni el stand-up.
Cierre con preguntas que no son retóricas. ¿La sesión en el Congreso, con un Espert removido, es una buena imagen para la campaña oficialista? ¿Aguantará Milei hasta ahí sin hacer lo que más le gusta —doblar la apuesta— y sin pagar costo? Y ya que el Presidente se autopercibe Aarón y su hermana Moisés , ¿qué figura del Antiguo Testamento le toca a Espert para justificar semejante blindaje? Por ahora, el día Lázaro, y no Baéz, sino el que muere políticamente y, quién te dice, se levanta y anda.