Antes se compraba tecnología, ahora productos de primera necesidad

Cyber Monday en la era Milei: los usuarios compran menos productos caros y más productos de necesidad básica

En 2020, el producto más vendido del Cyber Monday eran los celulares. En 2021, la ropa. En 2022, el maquillaje. En 2023, los mouse para PC. La lista se viralizó estos días porque, a partir de 2024, algo se rompió en la película: con Milei en el gobierno, el podio dejó de estar ocupado por “lujos aspiracionales” y empezó a llenarse de bienes básicos. En 2024 la categoría con más unidades vendidas fueron los alimentos y bebidas, y en 2025 el artículo individual más vendido en Mercado Libre fue el papel higiénico.

No es chiste de Twitter. La propia Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE) informó que en el CyberMonday 2024 el top 10 de categorías por unidades arrancó con “Alimentos y bebidas”, seguido por productos de belleza y cosas para el hogar. Recién en el sexto puesto aparecen los electrodomésticos y aires acondicionados. Un año después, en 2025, la película se repite: según CACE, la categoría que más unidades vendió volvió a ser “Alimentos y bebidas”, seguida por herramientas y construcción y productos para el cuidado personal.

Mientras tanto, las crónicas suman el dato que hizo explotar los memes: dentro de la plataforma Mercado Libre, el producto puntual número uno por unidades fue el papel higiénico, con más de cinco millones de packs vendidos, seguido por un tratamiento capilar y otros artículos igual de glamorosos. Varios portales se apuraron a titular que el “boom del CyberMonday terminó junto al inodoro”, con un 60 % de las compras en cuotas.

Ahora bien: ¿desaparecieron los productos caros? No. En la misma letra chica del informe de CACE se aclara que las categorías con mayor facturación en 2025 fueron, otra vez, los electrodomésticos y aires acondicionados, seguidos por alimentos y bebidas, hogar y muebles, turismo y electrónica. El ticket promedio marcó récord histórico. O sea, la tecnología sigue moviendo más plata porque el precio por unidad es más caro, pero ya no es lo que más se vende en cantidad de productos ni lo que mejor describe el ánimo del consumidor.

La señal está en el mix: antes el gran evento de compras online era la oportunidad para cambiar el celular, comprarse una tele más grande o una notebook en 12 cuotas. Hoy sigue habiendo algo de eso, pero lo que lidera el ranking de unidades son los fideos, el aceite, los productos de limpieza, el shampoo y el papel higiénico. En vez de soñar con el último smartphone, una parte importante de los usuarios entra al Cyber Monday a “hacer supermercado” y a stockear básicos aprovechando cuotas y ofertas. El salto simbólico es brutal: del Cyber Monday como showroom de aspiraciones al Cyber Monday como changuito de supervivencia.

El contexto explica el giro. Entre 2023 y 2025, Argentina combinó una licuadora salarial inédita con tarifas dolarizadas y una inflación que primero explotó y después se “desaceleró” arriba de dos dígitos mensuales. Los sueldos formales e informales perdieron poder de compra, el crédito barato se evaporó y el “lujo” de renovar electrodomésticos quedó reservado para una minoría que todavía puede pagar en 12 o 18 cuotas sin interés. Para el resto, el evento se transformó en una ventana para comprar aquello que igual se iba a comprar, pero un poquito más barato: comida, artículos de limpieza, higiene personal. Lo que con Milei se convirtió en privilegio no es el televisor 4K, sino llenar la alacena.

Los comunicados empresariales tratan de disfrazar el dato. Hablan de “consumo inteligente”, “optimización del gasto” y “nuevas prioridades de los consumidores”. Traducido: con ingresos que no alcanzan, la gente deja de usar el Cyber Monday como vidriera de futuro y lo usa como promo bancaria. No hay tanto margen para la impulsividad de “me compro esto porque está barato”, y sí mucha decisión de “aprovecho y compro el papel, el aceite y la harina de todo el mes antes de que aumenten otra vez”.

Eso no quiere decir que “nadie compre tecnología”. Quiere decir que, cuando uno mira el ranking de qué se compra más veces, lo que aparece arriba ya no son los celulares, ni siquiera la ropa o el maquillaje, sino el alimento y el papel higiénico. La Argentina mileísta convirtió el evento estrella del comercio electrónico en una especie de Precios Cuidados 3.0: un día en el que el país entero pelea por meter en el carrito el combo más básico posible. Todo envuelto, por supuesto, en globos de colores y slogans sobre la “libertad de elegir”.

En esa serie de productos más vendidos por año, la curva cuenta una historia mejor que cualquier editorial: 2020, celulares; 2021, ropa; 2022, maquillajes; 2023, mouse para PC; 2024, alimentos; 2025, papel higiénico. En cinco años pasamos del gadget que nos conecta con el mundo al rollo que termina en el baño. Y si bien CACE celebra que se vendieron 12 millones de productos y que la facturación llegó a 639.000 millones de pesos, lo que está debajo de esos números es una economía donde el consumo masivo ya ni siquiera aspira a la notebook: aspira a que no falte papel en el baño hasta el próximo aumento.

Cyber Monday con Milei es eso: un termómetro que marca que la tecnología sigue girando, pero el entusiasmo social ya no está ahí. El verdadero ranking no es quién se lleva la tele más grande, sino cuántos hogares usan la gran fiesta del comercio electrónico para hacer algo tan poco épico como comprar fideos, jabón y papel higiénico en cuotas. El resto son fuegos artificiales para el informe de prensa.

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Leandro Retta