se acabaron las retenciones 0 de Milei

En el último día con las divisas de las Retenciones 0 los dólares volaron: ¿y mañana?

El cierre de hoy dejó la foto que nadie en el Gobierno quería: todos los dólares por encima de $1.400, el CCL trepando arriba de $1.500, riesgo país de nuevo en la zona de 1.200–1.230 y reservas en caída pese a intervenciones. Los seguimientos de mercado marcaron la vuelta de la tensión financiera después del mini–rebote de la semana pasada generado por el tuit impreso.

La explicación inmediata es prosaica: se apagó la canilla de la ventana de retenciones 0. El cupo de USD 7.000 millones se consumió en tres días, mayormente por un puñado de grandes exportadoras, y con esa oferta extraordinaria agotada el flujo se cortó de golpe. Sin ese “chorro”, el tipo de cambio financiero volverá a buscar techo, mientras los bonos retrocedieron y el riesgo país rebotó.

Mañana no alcanza con una foto, ni siquiera con la de Milei en la Casa Blanca: aun con promesas de apoyo desde Washington, el mercado mira oferta real de dólares y consistencia. EE.UU. negocia un esquema de respaldo, pero el BCRA reimpuso cepos (90 días sin operar financieros para quien compra oficial) y eso contradice el relato “liberal” sin resolver el faltante de divisas. Si el Central vuelve a vender fuerte para pisar el CCL, chocará con el pedido político de no “quemar” reservas; si no vende, el dólar puede tomar velocidad. Cualquiera de las dos opciones luce inestable.

A la presión cambiaria se le suma un calendario político explosivo que empuja expectativas: miércoles en Diputados la oposición irá por recortar los DNU, insistir con el rechazo al veto de los ATN, moción de censura a Francos e interpelación a Karina Milei. Cada derrota legislativa pega en la narrativa de control y, sobre todo, obliga a desembolsos (universidades, salud) que el Ejecutivo no quería hacer en plena sequía de dólares. Es política… y también caja.

En la calle habrá ruido extra: miércoles otra marcha de jubilados frente al Congreso, una postal que se volvió semanal. Entre incidentes recientes y reclamos por pérdida de poder adquisitivo, ese termómetro social alimenta el malhumor y agrega presión sobre el oficialismo, justo cuando el mercado prueba nuevos techos. Política y economía se retroalimentan: más conflicto social trae más dudas sobre la gobernabilidad, lo que genera más cautela inversora y más presión sobre el dólar.

Mañana empieza otra etapa para el equipo económico del gobierno. Se acabaron las divisas del parche y arranca la semana política más áspera hasta el momento y las más leve de todas las que quedan hasta el 26 de octubre. Con los dólares volando, un Congreso dispuesto a propinar nuevas derrotas, con los jubilados marchando, alimenta las dos crisis —financiera y política— que, a su vez, se van a retroalimentar. Si el BCRA vende, se debilitan las reservas; si no vende, sube el dólar. En ambos casos, el margen de maniobra se achica. Mañana no lo define una foto: lo define si aparece oferta genuina… o si el Gobierno solo gana tiempo hasta el próximo temblor.