Milei, heraldo de la austeridad eterna, puede anotar un récord curioso: la deuda en % del PBI volvió a los niveles de Macri. Según el FMI (serie de deuda bruta del gobierno general), Argentina cerró 2014 en 44,7%, saltó a 85,2% en 2018, quedó en 84,5% en 2022,volvió a 85,3% en 2024. Sí, leíste bien: el péndulo nos dejó otra vez en la franja de 85%, que es justo donde había terminado Macri.
¿Y el kirchnerismo “viejo”? De 2003 a 2015 la película fue otra. El ratio cayó desde la poscrisis a un piso sub-50% y terminó 2014 en 44,7%, 2015 en 52,6%. El último mandato de Cristina (2011–2015) subió unos 13,6 puntos (38,9% → 52,6%), con el 2014 pegando duro (devaluación y caída del PBI en dólares), pero a años luz del salto posterior.
El ciclo Macri (2015–2019) fue el ascensor que todos recuerdan: +37,3 puntos de deuda/PBI (52,6% → 89,8%). Hubo endeudamiento externo fuerte, apertura del cepo y, cuando el dólar corrió, el denominador (PBI en USD) se achicó y el ratio explotó. El BCRA lo resumió sin poesía: a 2019, la incidencia de la deuda rozó 90% del PBI y los intereses drenaban más de 20% de los recursos tributarios.
Con Alberto (2019–2023) vino la montaña rusa: pandemia (ratio a 103,8% en 2020), rebote (81% en 2021), meseta (84,5% en 2022) y pico anómalo en 2023, manchado por la megadevaluación de Milei en diciembre: 155,4%. ¿Se triplicó la deuda? No. Colapsó el PBI en dólares con la devaluación de fin de año, mientras la contabilidad en pesos tardaba en “acomodar” la foto: el numerador no sube tanto, el denominador se achica, y el cociente se dispara. Es el ejemplo de manual de por qué mirar stocks en USD + PBI en USD puede engañar sin contexto.
¿Y Milei (2024)? La foto se “normaliza” al 85,3% por el efecto rebote del PBI en dólares (con apreciación real y más precio de los bienes transables) sin que la deuda bruta suba en la misma proporción. Varios informes lo dijeron explícito: en 2024 el PBI en USD subió bastante más que la deuda, y así el ratio cayó más de 70 puntos respecto de la foto distorsionada de 2023. Moral: el indicador es sensible a los “sacudones” cambiarios.
Ahora bien: contar o no contar al FMI. Explica un economista: «La metodología FMI/OCDE siempre lo incluye; sacarlo es hacer una métrica “custom”. Aun así, para dimensionar: al 31/12/2024 Argentina debía al Fondo ~USD 31.100 millones (crédito vigente bajo EFF). Es muchísimo y pesa en el numerador. Si lo “netearas” del stock, el ratio bajaría varios puntos«. No cambia la conclusión política: seguís en la vecindad del 70–80% del PBI, lejos del 40–50% de la “era K clásica”.
¿Y “lo de Bessent”? Todavía no es deuda pública: es mezcla de intervenciones cambiarias (Tesoro de EE.UU. comprando pesos) y paquetes financieros en negociación (repo/facility) que podrían convertirse en pasivos públicos o cuasi-públicos si se canalizan vía Tesoro/organismos. El País reportó un esquema de USD 20.000 millones privados + 20.000 millones de swap ya anunciado, todo condicionado a política y elecciones. Si eso pasa a deuda, pega en el numerador. Hoy es promesa con letra chica, no stock.
Y el peronismo 2003–2015, ¿qué tan lejos nos queda? Muy. Aun con el brinco 2014–2015, el período cerró bajo 55% del PBI. Hoy, incluso con 2024 “normalizado”, seguimos 30 puntos arriba de los mejores años K. El resto es cuento.