La semana parlamentaria pinta áspera para la Casa Rosada. En Diputados, la oposición prepara una sesión para empujar cuatro mazazos a su estrategia y narrativa: reformar la ley que regula los DNU para cortar la “aprobación tácita”; insistir con el rechazo al veto presidencial sobre el reparto de ATN a las provincias; avanzar con la moción de censura a Guillermo Francos; y votar la citación de Karina Milei por el caso $Libra. Es el temario que distintos bloques ya blanquearon y detallaron en borradores de agenda a los que VEM tuvo acceso.
La reforma de la ley 26.122 (DNU) trae media sanción del Senado y busca que los decretos no sigan vigentes si el Congreso “no trata”. El cambio es quirúrgico: obliga a un control efectivo y más rápido del Ejecutivo por parte de ambas Cámaras. Directorio Legislativo y medios locales explicaron el corazón del texto y por qué el oficialismo lo resiste: le pueden bajar un decreto sólo con los votos de una Cámara y le impide hacer matrotetos jurídicos de esos que le gustan a Sturze como la Ley Bases.
El capítulo ATN llega caliente: el Senado ya reunió dos tercios para rechazar el veto de Milei al reparto automático entre provincias, que Toto Caputo utilizó discrecionalmente hasta el hartazgo para dibujar su superávit. Ahora Diputados define si sostiene esa línea. Si la Cámara baja también alcanza los 2/3, la ley queda firme y el Ejecutivo debe aplicarla o patearla la reglamentación final para después de las elecciones.
A Francos lo espera una moción de censura motorizada por bloques opositores por incumplimientos hechos y por hacer, como la Emergencia en Discapacidad y lo que seguramente hagan con universidades y Garraham. Francos podría volver a ser Jefe de Ganinete incluso si la votación sale en su contra, pero tiene un costo y le puede abrir la curiosidad a la oposición a ese artículo fantasmal conocido como Juicio Político, con consecuencias impredescibles.
En paralelo, crece la presión para interpelar a Karina Milei por $Libra. La comisión investigadora y el derrotero del caso. La oposición quiere que la secretaria General explique bajo juramento el rol del Gobierno en la promoción y la repentina marcha atrás. Hay quienes dicen que si Karina Milei tiene que compadecer ante la oposición es Game Over. Javier siempre lo dijo, él era Aaron, que era buen orador, y ella era Moisés, que era tartamudo.
El jueves el ring se muda al Senado, que prepara la votación para ratificar el rechazo a los vetos sobre financiamiento universitario y emergencia pediátrica (Garrahan). La oposición asegura que vuelve a tener los 2/3 y si no hay sorpresas se voltearán otros vetos y quedaremos a la espera de ver lo que ejecuta el gobierno.
En este tablero reaparece José Luis Espert, presidente de Presupuesto y primer candidato bonaerense del oficialismo, con polémicas que ya venimos cubriendo que lo señalan como receptor de US$ 200.000 del empresario “Fred” Machado, detenido por narcotráfico. La causa ya derivó en pedidos para que deje la presidencia de la comisión que debe tratar el Presupuesto pero cualquier intercambio de palabras con la oposición promete ser interesante.
Del lado universitario, el mensaje es claro: con o sin marcha, exigen cumplimiento inmediato si el Congreso anula el veto. El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y rectores advirtieron que el sistema no aguanta sin financiamiento y preparan estrategias para defender la norma; editorialistas ya anticipan que, si el Ejecutivo desobedece, la disputa se judicializará.
Traducción VEM: si todo este menú llega al recinto, el Gobierno se expone a varios golpes encadenados en una misma semana, que ya viene dura en lo económico. Algunos son simbólicos, otros son de caja (ATN y universidades) y todos, juntos, alimentan la narrativa de un oficialismo a la defensiva—con su primer candidato en PBA bajo fuego y su hermana citada—en plena cuenta regresiva electoral.