argentina se trae un tuit impreso de la reunión con trump

Si bien sirvió para calmar a los mercados, lo único que se trajo Milei de la reunión con Trump fue un tuit impreso

El parte oficial decía “respaldo histórico”. La foto mostró algo más modesto: un apretón de manos, promesas en futuro y, como souvenir, un tuit impreso de Trump para Milei. Sí, papel y tinta: el magnate le entregó la captura de su posteo con elogios al “amigo, luchador y ganador” argentino. Hubo risas y cero letra chica. “Argentina no necesita un rescate”, remató Trump ante los periodistas y un Caputo que quedó descolocado.

En lo financiero, el gesto alcanzó para bajarle algunas pulsaciones al mercado: subieron bonos, el riesgo país aflojó 500 punts y el peso respiró hasta volver a antes de las elecciones de PBA. El mensaje que leyó Wall Street fue “EE. UU. no va a dejar caer a Milei del todo”, con el Tesoro explorando instrumentos de estabilización (desde el Exchange Stabilization Fund hasta swaps o compras de deuda) aunque sin anunciar nada concreto. La novedad, por ahora, es aspiracional más que operativa.

Trump, por su parte, bendijo la reelección de Milei y repitió que “no hace falta bailout (ayuda financiera)”. Traducido: apoyo político pleno, chequera por verse. En paralelo, se habló de acelerar programas del Banco Mundial ya comprometidos, que suenan a alivio logístico más que a shock de dólares antes de las elecciones de octubre. Para un Gobierno que venía de vender reservas a lo pavote, el alivio de corto plazo es más psicológico que contable.

La escena del tuit en papel terminó funcionando como metáfora: mucha comunicación, poca arquitectura. Trump y su equipo deslizaron que “todas las opciones” se evalúan, pero la única confirmación audible fue que no habrá rescate y que “Milei está haciendo un trabajo fantástico”. Milei sonrió, agarró el print y siguió camino. En términos de acuerdos, seguimos en modo teaser.

milei y trump tweet impreso la derecha diario
La Derecha Diario y su optimismo

¿Alcanza con el “efecto abrazo” para la semana? Un rato, sí. Analistas locales y externos recuerdan que el peso está frágil y posiblemente sobrevaluado, y que el humor de los bonos depende menos de una foto y más de metas verificables (reservas, fiscal, cepo). Sin un paquete claro, el veranito de precio corre el riesgo de ser eso: un veranito.

Políticamente, el Gobierno vende la reunión como “acceso VIP” a la Casa Blanca y como paraguas contra la tormenta local. Pero la incongruencia de manual persiste: hace días aseguran que no hay margen fiscal y, al mismo tiempo, cortaron retenciones a 0% para forzar liquidaciones, con un costo fiscal que los privados estiman en torno a US$ 1.4–1.6 mil millones. Es difícil cuadrar déficit cero con menos recaudación y sin dólares frescos garantizados.

Balance provisorio: hubo foto, hubo respaldo, hubo tuit impreso. No hubo plan ni montos, ni condiciones explicitadas. Si el objetivo era frenar la hemorragia de expectativas, sirvió; si el objetivo era cambiar el cuadro macro, falta la mitad del puente. La diplomacia del tuit laminado calma titulares, pero no paga importaciones.

Mientras tanto, el Presidente vuelve con el talismán bajo el brazo y la tarea de convertir la promesa en programa. O, para decirlo con humor: si el meeting fue un delivery, a la Argentina le llegó la servilleta firmada, pero no la comida. La semana que viene los mercados lo sabrán mejor que nadie.