El Gobierno incluyó en el Presupuesto 2026 la eliminación del descuento al consumo de gas del Régimen de Zona Fría, un golpe directo a Bahía Blanca y a toda la Sexta Sección en pleno ajuste tarifario. La medida figura en el proyecto que ingresó al Congreso y que, de aprobarse, regirá desde el año próximo, según reveló El Destape.
Zona Fría es la ley que reconoce el mayor costo de calefaccionar regiones con bajas temperaturas y otorga descuentos en la factura de gas. La ampliación votada en 2021 incorporó a Bahía y a gran parte del sur bonaerense con reducciones del 30% y 50% según categoría, un alivio que se siente sobre todo en los meses largos de frío y en hogares con ingresos medios y bajos.
El nuevo presupuesto propone derogar ese beneficio con el argumento del equilibrio fiscal. Traducido al llano: la boleta volvería a precios “plenos” justo cuando la recesión aprieta y las subas acumuladas ya vaciaron bolsillos. Para Bahía, donde el gas no es un lujo sino una necesidad básica, es una decisión que pega debajo de la línea de flotación.
El impacto sería transversal: familias, jubilados, comercios, clubes y pymes que organizaron sus cuentas con el descuento verían saltar el costo fijo y el variable. A diferencia de otros recortes, acá no hay “consumo suntuario” para ajustar: se trata de calefacción, cocina y agua caliente en una zona con inviernos rigurosos.
El oficialismo repite que “no hay plata” y que el orden fiscal está escrito en piedra. Pero recortar Zona Fría no es una poda quirúrgica: es trasladar la cuenta del ajuste a regiones que, por clima, ya pagan más por vivir. Además, el gobierno viene de autorizar aumentos y segmentaciones que encarecieron el servicio; ahora pretende quitar también la única amortiguación que quedaba.
Políticamente, el tiro puede salir por la culata. En el Senado y en Diputados conviven bancadas con fuerte anclaje en Patagonia y en el interior bonaerense que ya defendieron el esquema. Es esperable un frente transversal de gobernadores, intendentes y legisladores para frenar la poda o, al menos, preservar a los usuarios residenciales más vulnerables.
El Ministerio de Economía venderá la movida como “fin de privilegios”. Pero llamar privilegio a pagar menos por calefaccionarse en el sudeste bonaerense es desconocer la realidad térmica y social de la zona. No es un subsidio discrecional: es compensación territorial para equiparar condiciones mínimas de vida.
En síntesis, otro ataque a Bahía Blanca en nombre del ajuste. Si el Congreso convalida la eliminación de Zona Fría, la boleta de gas tendrá un nuevo escalón hacia arriba y el invierno 2026 llegará con menos abrigo estatal. El gobierno eligió la economía en Excel; a Bahía, otra vez, le toca pagar la cuenta.