Milei dejó de ser de boca por riquelme

Riquelme logra el sueño fiscal de Milei y tanto él como sus comunicadores se hacen los giles

Boca presentó un superávit récord de $35.000 millones en su balance 2024/25: números en verde, memoria aprobada en Comisión Directiva y Asamblea convocada. Todo macroeconómicamente como debe ser, que tradujo el resultado a unos USD 25–30 millones. En criollo: déficit cero y caja en el club más popular del país, con Juan Román Riquelme al frente.

el idolo de milei juan roman riquelme

El contraste con la Rosada, que tiene la economía detonada, no podría ser más claro. Mientras la Casa Rosada es deuda, dólares baratos fugados, recesión y promesas de una Tierra Prometida, el club que el Presidente dejó de alentar cuando volvió Román muestra orden financiero y superávit. En diciembre de 2023, Milei apoyó al opositor de Riquelme y todavía aliado Mauricio Macri que hasta fue de Vice en la boleta xeneise. Perdieron y desde entonces la comunicación de Milei coquetea con tirar centros a las SAD y pegarle a la AFA. Hoy, con Boca en superávit, nadie en Balcarce 50 tuitea felicitaciones: silencio de radio.

La anécdota ya es meme: “dejé de ser hincha de Boca por Riquelme y por un cinco con menos marca que La Salada”, dijo Milei en 2024, reeditando su bronca con Román y Fernando Gago. Quedó en video y en crónicas deportivas: el Presidente contó que se “bajó del Xeneize” cuando Román volvió al club. Hoy, con el balance en verde, la economía de Boca ¿le hará cambiar de opinión sobre Boca y de Román?

El dato contable no es humo de campaña interna: es el ejercicio N°121 (julio 2024–junio 2025), presentado ante la Comisión Fiscalizadora y elevado a Asamblea. El resultado superavitario se explica por una mezcla de ingresos por competiciones, pases, abonos y gestión del gasto y un monto que supera en unos $7.000 millones al año anterior. Mientras tanto, en Nación, la macro no da una buena y los superávits vienen con letra chica.

La política soberana del sillón presidencial venía predicando “orden, caja, eficiencia, basta de privilegios”. En Brandsen 805 tomaron nota, lo hicieron, y no privatizaron nada. ¿Qué hace el oficialismo ante una muesta gratis de que se puede ordenar un club sin vender al club? Nada: se hacen los giles. Boca muestra lo que el mileísmo promete y no entrega: números que cierran.

Después están los resultados deportivos que van y vienen y Riquelme necesitaría que se encadenen a su favor y traigan algún campeonato pero Boca es una institución es un ejemplo .

Riquelme, que no es ministro de Economía pero equilibró un presupuesto con pasión popular y cuentas prolijas, consigue el “sueño” fiscal del Presidente… y le arruina el relato. Porque si el club “del que ya no soy” logra superávit con Román, ¿a quién se culpa ahora? A la AFA, a “Chiqui”, a “las reglas”, a quien haga falta.