Operación Tridente pagados por Luis Petri el ministro de defensa

Ya se empiezan a ver los efectos de la ayuda de Trump: ejercicios militares con tropas de ambos países en suelo argentino sin pasar por el Congreso

Mientras el Gobierno vende “rescate” financiero made in USA, ya llegó el capítulo de botas en el territorio, pagadas por nosotros: el Ejecutivo autorizó por DNU (697/2025) el ingreso de tropas y medios de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos para un ejercicio conjunto —“Operación Tridente”— en tres bases navales argentinas: Mar del Plata, Puerto Belgrano (Punta Alta/Bahía Blanca) y Ushuaia.

El punto caliente no es sólo el despliegue, sino la vía: el Gobierno saltó al Congreso con un DNU para autorizar la entrada de tropas extranjeras —una decisión que, señalan juristas y autoridades provinciales, debe aprobarse por ley. La provincia de Buenos Aires, donde están Mar del Plata y Puerto Belgrano, ya exigió explicaciones formales al ministro Luis Petri y calificó la maniobra de “totalmente irregular”.

¿Dónde y cuándo? Los partes que circularon ubican las prácticas entre fines de octubre y el 15 de noviembre (algunas crónicas hablan del 20/10 al 15/11, otras del 26/10 al 15/11), con actividades en zonas marítimas y terrestres de esas tres bases. En Tierra del Fuego, portales locales ya marcan a Ushuaia como sede del componente naval con presencia estadounidense, en un punto clave para emitir influencia sobre la Antártida.

El marco narrativo oficial es el clásico: “interoperabilidad, intercambio de técnicas y adiestramiento” (pagado por el Ministerio de Defensa argentino. El marco político es otro: el destrato de Trump tiene derivadas visibles y todo en plena campaña. El DNU habilita la llegada de personal norteamericano en la ventana que incluye las elecciones del 26 de octubre.

Desde La Plata afilan el lápiz: Kicillof y su ministro Carlos Bianco pidieron a Defensa detalle de objetivos, tareas, despliegue y costos del operativo en Mar del Plata y Punta Alta/Bahía Blanca, además de eventuales impactos ambientales y logísticos. Hay notas públicas, conferencias y pedidos formales. En paralelo, veteranos y organizaciones locales alertan por el precedente de autorizar por decreto el ingreso de tropas extranjeras.

A propósito de costos: un informe periodístico estimó que el entrenamiento le costaría al Estado argentino alrededor de $60 millones (pesos) por logística y apoyo local, algo llamativo si la consigna es “no hay plata”. Habrá que ver el detalle contable cuando Petri responda los pedidos de informes.

¿Es habitual que EE.UU. haga ejercicios con Argentina? Sí, hay antecedentes; lo nuevo es el atajo institucional y el paquete geopolítico que lo rodea (alineamiento con Washington, disputa con China y la Antártida en el horizonte). La prensa internacional ya venía marcando la ambición de un hub logístico austral y el interés de Washington por anclar presencia en el Atlántico Sur. Operación Tridente encaja perfecto en ese guion.